LA FIEBRE DE LA BICI, LA FIEBRE DEL CORRER.

Yo tengo dos primos...uno cree que es ciclista porque va en bici, y el otro cree que es un “runner” porque sale a correr.

El ciclista me cose a preguntas:

-Si subo dos veces a la “repetidora” (una antena de televisión que está al final de una cuesta que yo no siento ganas ni de subirla en coche) que es cuando se me ponen las piernas que me queman...eso es Bueno no??

-Léete lo que lleva esta barrita, es buena no??

-Si me compro un compex?? Me puedo seguir machacando las patas al llegar a casa no?? Si un día no salgo, con “el compex” es como si entrenara??

Y así casi cada día, es un animal, se compra bicis que valen un pastón y se carga los cuadros pedaleando. El señor de la tienda está cansado de darle garantía en lo que compra...un bicho...yo creo que si alguien lo hubiese entrenado bien desde pequeño...hubiese podido ser ciclista, además de ser alguien que va en bici.

Eso si, tiene una virtud...pregunta todo a alguien que se ha formado, y cuando  pregunta, escucha las respuestas aunque a veces no las entienda o no sea la respuesta que esperaba. Y escuchando mis respuestas es como decidió por ejemplo hacerse una prueba de esfuerzo de vez en cuando, seguir una planificación de vez en cuando y asistir a la consulta de algún nutricionista. No es mucho, pero es algo.

Mi primo el “runner” también pregunta, pero la mitad de las veces no escucha las respuestas. Ni siquiera he acabado y ya tiene un amigo que le ha dicho como entrenar. Lleva ropa fosforescente para correr y el iPhone en el brazo con un programa que calcula todo...solo con llevar el teléfono en el brazo, y él va y se lo cree. Continuamente se lesiona rodillas, pies...etc., porque pesa demasiado. Y cuando le aconsejas por ejemplo una elíptica para no recibir impactos, te dice que eso son mariconadas, o que a él le gusta correr, etc. 

Eso sí, enseguida después te pregunta por sus lesiones aunque tú no eres médico, (siempre tiende a preguntar al profesional equivocado) para después una vez más, no escuchar tu respuesta, que suele ser:

 -no soy médico…ve al médico.

Quiero con esto llamar la atención sobre estas nuevas modas sin control.

Vemos cada día a “runners” con ropa fluorescente, como mi primo, un iPhone en el brazo, unos auriculares y los más inteligentes con una riñonera donde llevan algo para hidratarse. La mayoría corren distancias gigantes sin ningún tipo de orden o planificación, sin supervisión profesional, empiezan dando la vuelta a la manzana y al poco tiempo sacan pecho y te dicen, -estoy preparando una maratón, que! Como se te queda el cuerpo? , y tú piensas, “asustao”…estoy “asustao” porque resulta que puedes hacerte mucho daño con eso, pedazo de imbécil. (también podemos sustituir maratón por "iron man" o cualquier cosa así)

Toda la culpa no la tienen esas pobres almas enfundadas en licras multicolores que surcan nuestras calles, los arcenes de nuestras carreteras o que se esperan a que el semáforo se ponga verde trotando en la acera como si no hubiese un mañana, por supuesto. Ellos solo son unos pobres ignorantes que creen (como expliqué en nuestra entrada número 1 de este blog) que saben todo sobre actividad física o como mínimo que tienen un amigo que lo sabe, pero además se dejan engañar por toda la industria de “mangonería” y engaño que existe alrededor de este tipo de población. Que me venden un programa para el “Smartphone” y me dicen que ese programa puede programarme la actividad física?…pues listos!! Ya lo sé todo!! Que me venden una barrita energética que sale un tipo en el papel pintado que corre como el mismísimo Filípides? (Buscar en Google al tal Filípides, esto es una lección subliminal de historia del deporte) Pues me la compro y todo listo. Quien se va a leer la composición? Eso que importa?!! Sale un tipo cachas corriendo joder!!!

Los más “pro” hasta llevan un pulsómetro. Y esos son supergraciosos…no tienen ni puta idea de lo que es un umbral aeróbico o anaeróbico, ni siquiera lo que es el VO2max, probablemente ni conocen que rango de pulsaciones les corresponde en reposo para no estar haciendo algo que le pueda sentar muy mal a su cuerpo, ni cómo usar los datos para programar sus entrenamientos. Pero tienen un pulsómetro!!!, probablemente uno último modelo que cuando llegas a casa te descarga solo los datos a una nube, te lava la ropa de ir a correr, se pone a cuatro patas y te dice…-cuanto has entrenado!, que tipo más duro eres!, hazme tuyo por favor!! 

Pero ni idea de cómo se utiliza...

Un día entablé conversación con cuatro de estos elementos y las repuestas fueron las mismas en los cuatro casos. Yo muy humilde y como sin saber de qué iba la cosa, pregunto:

-Vaya! Un pulsómetro! Que miras con eso?

-Las pulsaciones.

-Vaya! Y cuántas tienes que tener?

-Depende del esfuerzo

-Y cuando no estás haciendo esfuerzo?

-No sé…ahora tengo 78.

-Y que más haces con eso?

-Cuando llego a casa las descargo y me da una gráfica de lo que he hecho en el día.

(Error, obtienes en una gráfica que expresa como han fluctuado tus pulsaciones durante el entrenamiento, a menos que lo lleves puesto y sincronizado todo el dia)

-Y que haces con la gráfica?

-Las miro y las guardo, tengo las de dos años.

Sin duda, millones de pulsómetros desperdiciados, pero eso sí, dinerillo a las arcas de los fabricantes a costa de la ignorancia y del querer aparentar que se es profesional.

Señor@s, nunca los cachivaches que se compren van a sustituir a un profesional bien formado, si bien es cierto que si algunos se han formado, también pueden hacerlo ustedes, pero sobre todo tengan en cuenta…están ustedes jugando con algo muy delicado, su salud. 

A menudo no nos damos cuenta de que el cuerpo es muy muy fuerte y durante tiempo puede asumir ciertas cosas, ciertoas situaciones e incluso adaptaciones que no le son demasiado buenas, pero…cuando lo estropeamos en los términos de los que hablamos, a menudo no hay vuelta atrás.

Apuesto a que en unos años tras esta moda habrá un aumento de patologías cardiacas y de problemas relacionados con la movilidad en rodillas, plantas de pie, caderas y columnas. Al tiempo.

Otro día hablamos de la imagen que dan del deporte la gente que anda en bici por nuestras carreteras,(me niego a llamarles ciclistas). Que eso, es harina de otro costal, y de otros que son muy divertidos, los finishers.