miércoles, 15 de julio de 2020




-THE ATHLETE “A”-, O “LAS CLOACAS DE MI DEPORTE”. PARTE 1

He visionado el documental “The Athlete A”, dos veces, para no perder detalle. Nada nuevo en el horizonte… pero si mucha indignación, mucha rabia, precisamente por eso, porqué no hay “nada nuevo en el horizonte”.

Primero, os diré que he decidido partir este post en dos, porqué creo que este documental tiene que analizarse desde dos prismas distintos, hay dos cosas distintas que ver y sobre las que reflexionar, ninguna de las dos es peor que otra, las dos son una inmensa mierda.

Empezamos por la primera, la que desencadena todo, Larry Nassar, me niego a preceder su nombre de ningún trato… señor, persona, hombre…porqué simplemente no es ninguna de esas cosas, no es un señor, no es una persona, no es un hombre. Llamarle algo como animal sería, obviamente,  faltar a al respeto a los animales, quienes tienen, dicho sea de paso, infinitamente más dignidad que la raza humana.

Por desgracia, el deporte que elegí practicar desde pequeño y al que he dedicado gran parte de mi vida profesional, resulta ser un caldo de cultivo perfecto para este tipo de pervertidos (Puede no gustar, pero así es)  a los que yo aplicaría sin dudar la castración física…si si…física, no química, y a ser posible con un hacha poco afilada o con un mallo. Todos los que nos dedicamos a este deporte por desgracia conocemos algún caso más o menos cercano a nosotros. Los quiero a todos fuera de mi deporte, fuera de todos los deportes, fuera de la vida…sin contacto con nadie, absolutamente nadie…en la cárcel de por vida sin contacto si quiera con otros presos, sin más concesiones.

Este tipo de sujetos escogen deportes como la gimnasia (deportes en que las y los deportistas muestran sus cuerpos, y se practican con edades tempranas)  para desatar sus más bajos instintos, y de esa forma (no se ni como llamarlo) dar rienda suelta a sus vicios más ocultos, sin importarles el daño que causan.

El papel que tiene un entrenador o un miembro del equipo técnico (técnicos, médicos, fisioterapeutas, biomecánicos, asistentes…etc…etc) sobre los/las gimnastas es el de un escalón por encima en un deporte totalmente jerarquizado por pura costumbre (que palabra más fea y cuantas cosas justifica, y cuantas otras eterniza…”costumbre”),  lo cual sitúa a los/las gimnastas en una situación primero de dependencia y después de indefensión frente a sus mayores en el equipo. Mayores en quienes, en un equipo normal, deberían poder confiar totalmente, ya que ellos son los que van a acompañar a ese o esa pequeño/a gimnasta a lo largo del camino del aprendizaje de su deporte y quienes deben velar para que ese camino no sea traumático en ningún sentido y quienes tienen la obligación de poner a su disposición todas las herramientas para su desarrollo personal y deportivo. Si amigos, esas son parte de las obligaciones de un entrenador o un miembro de un equipo técnico en cualquier deporte…

En la gimnasia, los deportistas acostumbran a ser muy jóvenes en relación a sus entrenadores, médicos, fisioterapeutas o dirigentes del equipo… si unimos eso a la jerarquía férrea de este mi deporte, eso los convierte en…totalmente indefensos.

En esa relación social cerrada del gimnasio como templo del deporte, individuos como el hijo de la gran puta del señor Nassar, (No, no se me ha escapado, lo he dicho así de claro para que no queden dudas) lo tienen realmente fácil. Solo se les va a escapar de las manos la situación cuando las gimnastas crecen, pero hasta ese momento en que una valiente decide destapar la caja de Pandora…todo el daño que han hecho esos miserables ya es irreparable. Y en demasiadas ocasiones, eso no ocurre, por el miedo a sentirse avergonzadas para siempre. Cuando todos sabemos que en realidad, deberían ir por la vida orgullosas de haber denunciado y luchado, de haber sacado del circuito deportivo al nauseabundo Nassar y haberlo metido en la cárcel.

Esos individuos, allá donde actúen, han cercenado de salida muchas cosas importantes y preciosas de la vida de esas o esos gimnastas, cosas importantes como el despertar sexual en la adolescencia, que ya no tendrán la oportunidad de  vivir y desarrollar con normalidad, con curiosidad, con alegría...les ha generado un recuerdo negativo que estará presente siempre, para toda su vida, a perpetuidad, y por si eso fuera poco,  además,  como la sociedad en la que vivimos se basa en la imagen, el "postureo" …etc, y en esencia es una mierda, convierte automáticamente  a las víctimas en personas señaladas, marcadas… personas que deben avergonzarse de que un cabronazo del tamaño del tal Nassar les haya jodido la vida, la infancia,  abusando sexualmente de ellas. Francamente, no encuentro ninguna diferencia entre este tipo de abuso y el de por ejemplo los miembros de “La manada”. Todos los culpables demostrados de abuso sexual deberían tener el mismo final.

Nassar, gracias por aportar un poco más de mierda al deporte que amo, por si no tuviésemos ya suficiente. Te detesto...a ti y a todos los depredadores sexuales que pululan por cualquier parte... te deseo que recibas el mal que has proporcionado a otros multiplicado por varios millones...quien sabe...igual  por alguna especie de justicia universal, en la cárcel te dan lo tuyo.
…púdrete en el infierno.