jueves, 28 de julio de 2016

EL DEPORTE ES SALUD…

El Deporte es salud…no sabría yo decir si eso es así.
 Las primera palabra es muy grande…Deporte. Abarca tantas cosas para el hombre de a pie, del que hablábamos en el pasado post, el que sabe todo sobre deporte. Para ese tipo de hombre o mujer “deporte” es un partido de futbol por televisión, es una clase de spinning, una clase de educación física de su hijo o hija o una caminata por la montaña.
Y en ese contexto, podríamos aceptar que, al menos la caminata por la montaña, es o puede ser salud además de ser un paseo por la montaña.
Pero para los profesionales (y probablemente no sea así para los menos profesionales) el deporte es algo mucho más acotado no? Una de las definiciones más internacionalmente aceptadas es la del buen Dr. Pierre Parlebás, que a mi juicio no estuvo tan acertado en otras definiciones como en esta en su “Léxico de praxiología motriz” pero que sí asentó ciertas bases (que mi buen amigo Jaume me enseñó a cuestionar) y dice: “conjunto de situaciones motrices codificadas en forma de competición y con un carácter institucional”.  Así que aunque sea discutible, nos permite situarnos. Deporte es una situación motriz con normas, en un contexto competitivo.
A partir de que nos situamos en un contexto competitivo, la salud pasa a un segundo o tercer plano en el caso del muy alto rendimiento, o simplemente del rendimiento. No hay dudas, es así de aplastante, por más cuidado que se deba tener.

Así que ocurre a menudo que un deportista de élite no es precisamente un cuerpo sano, si no que está lacerado por mil dolores y lesiones, provocadas por la práctica intensiva del entrenamiento enfocado a la práctica competitiva de un deporte… (dolores que la sociedad desde su sofá ni ve ni intuye) ese deporte que es “salud”, a menudo pasa facturas en forma de hipertrofias de corazón, secuelas en forma de reducciones de movilidad, y en el peor de los casos daños psicológicos. (En otro momento hablaremos de las cosas buenas de este tipo de deporte, lo prometo)…resulta ser el circo del “Panem et circenses” de la actual sociedad, en algún lugar he leído que es una forma pacífica de hacer la guerra, pero rotundamente (y con conocimiento de causa) no es salud.

Trabajando con Alba Cabello, saltadora de la
selección española de natación sincronizada
en el CAR de Sierra Nevada, precisamente para
preservar su salud.

En cuanto a la actividad física que se practica con fines en su mayoría estéticos, lo siento pero tampoco puedo considerarlo salud, por la cantidad de “animaladas” que he visto hacer en nombre de los estereotipos estéticos mundialmente aceptados y que tan cambiantes son a lo largo de la historia. Joder! He visto dietas alucinantes, recetadas por un “nadie” del deporte y/o la nutrición, que revisadas por un experto eran demoledoras para riñones, hígado o páncreas, he visto ingestas desmesuradas de ayudas exógenas, ( …el universo millonario de los suplementos y compañía) he conocido gente con hígados inflamados por la ingesta de glutaminas sin control médico alguno, y todo en aras de perder barriga, o de tener unos bíceps más grandes o un culo mejor puesto según los cánones, pero muy pocas veces he visto sacrificios tan grandes en aras de la salud o de la cultura. Incluso he podido ver el poster de publicidad de una clínica de cirugía estética en los vestuarios femeninos de una conocida cadena de fitness bajo el lema “TU VIDA TE PIDE UN CUERPO ASÍ” pero que no decía absolutamente nada de la salud.  Pues bien, el imbécil que ha diseñado esa campaña me parece alguien sin ningún criterio humano ni respeto por los demás,  ni merecedor de ningún respeto profesional, por mezclar mi trabajo con su obsesión enfermiza, como la cadena que permite esa publicidad en el vestuario de sus asociadas (el dinero es el dinero). Antinatural y totalmente deleznable me parece esa actitud cerrada que somete a mujeres y hombres  a la dictadura de conseguir un cuerpo que entre dentro de los cánones de lo estereotipado. Me duele que se utilice la actividad física como motor de ese negocio millonario que no piensa en la salud. -Me cago en todo lo que se menea!!!  Tu vida te pide un cuerpo así?? Y una mierda!! Tu vida te pide sonreír, disfrutar del camino, amar a alguien si puedes, disfrutar de un buen vino, de buen sexo, de una onza de buen chocolate, de risas y cenas con tus mejores amigos y tus seres queridos, de bailar sin cuidado…y también de mucha actividad física bien orientada para que esa vida sea lo más larga y lo más placentera posible.

Colocado en un vestuario femenino...hay que tener
poca cabeza. Hay que ser muy cabrón.



Ah…y para los que me conocen de la gimnasia…no se me aburran que pronto me pongo a explicar también cosas sobre ese bello deporte al que he consagrado mi vida y sobre la diferente fauna que lo habita.
Saludos.
SOY ENTRENADOR Y TODO EL MUNDO SABE MÁS QUE YO SOBRE MI TRABAJO.

Esa es la sensación… soy entrenador pero todo el mundo sabe más que yo sobre mi trabajo.
En mi caso, soy entrenador de gimnasia artística y de acrobacia, aunque también trabajo como preparador físico, soy licenciado en ciencias del deporte y he trabajado con equipos de primer nivel mundial, pero en realidad no importa el campo del deporte en el que trabajes ni tu nivel…cualquier imbécil sabe más que tú.

No me digáis que no sentís esa sensación…
El presidente de tu federación o tu club están sentados en un despacho, pero saben mejor como se debe entrenar que tú, no tienen ni puta idea de las situaciones personales o carácter de cada deportista, (y gestionan sus becas!!! Jajajaja!!)  en muchos casos ni siquiera conocen sus nombres (os lo juro) …pero son dioses…saben mejor que tú qué hacer y como entrenar, incluso algún colega “pesao” a veces se permite darte lecciones.

Siempre hay un conocido (me niego a llamarlo amigo) que te dice –Hombre…Óscar, hazme una “tabla” de esas para perder la tripa tú que sabes de esto…y yo cojo aire y pienso, -una tabla?? Idiota de los cojones!! Una tabla…que cojones es eso de una tabla?? Además…tú te piensas que esto se hace así? (maldito intrusismo profesional de chapuceros que lo han jodido todo…malditos cursos de fin de semana)  …la situación acaba en que,  generalmente te empieza a preguntar si con algunas cosas que ha visto por ahí va a perder peso…y si hago “ardominales” perderé la barriga no? Y tu pensando…como le explico yo a este el tema de las vías metabólicas y que esto no es una receta, si no que hay que evaluar y pensar cómo hacerlo con cada individuo.
Y el “notas”, inasequible al desaliento en su afán por tocarte los cojones,  continúa…pero…si me compro una cosa de esas que dan electricidad…con eso sí!! Con eso sí que pierdo la tripa!!! (el tipo nunca pregunta…siempre afirma, con una sonrisa así como diciendo…lo he pensado antes que tú!!) Y tu aguantas el chorreo porque aunque le intentes explicar…el no va a entender. Él busca una receta fácil, una maquinita, un solo ejercicio, una receta puntual y mágica que le haga perder la barriga en un par de semanas…No voy a ser yo quién le quite la ilusión, pero tampoco quien le ayude.
Ahora supongamos que, cómo me ha pasado a mí en la vida real, consigues convencer al sujeto de cómo hacer las cosas. Le dices, -mira… debería pasar por el gimnasio donde entrenas, ver con que material puedes trabajar y someterte a ciertas evaluaciones, entonces me dejas unos días para reflexionar y pensar y planteamos y planificamos unos objetivos y un trabajo. Cada dos semanas vuelvo al gimnasio a verte y re-evaluamos y reconducimos el trabajo en función de cómo vayas evolucionando…te dejaré un pulsómetro (que he pagado yo) y te enseñaré como usarlo y como eres familiar, amigo o conocido, iré cada dos o tres semanas a evaluarte y a dar continuidad al trabajo…de gratis.

Así que lo acompañas al gimnasio, aguantas sus preguntas idiotas, y sus afirmaciones como…-hasta que no llevas media hora de correr…no pierdes grasas no?? O sea que ya sabes…por lo menos una hora corriendo me pones eh?? (otra vez…si le explico lo de las vías metabólicas ni se va a enterar…así que, total “pa qué?). Tú, como es normal, no haces ni puto caso, y vas a lo tuyo…lo evalúas, haces las pruebas que tengas que hacer, te llevas el registro del pulsómetro…y a darle al coco unas cuantas horitas en casa, que si umbrales aeróbicos y anaeróbicos, que si RM’s…etc…etc.
Total, que le haces al susodicho la planificación, las sesiones, cargas, y le escribes indicaciones importantes. Quedas con él. Se lo das. Está muy contento. Lo acompañas a la primera sesión y  lo emplazas en el gimnasio dentro de dos miércoles para ver como va.
Cuando llega la fecha de volver con tu amigo el imbécil al gimnasio, lo llamas el día antes para quedar, y te dice que no, que está haciendo una dieta que le han pasado y sale a correr y a hacer unos ejercicios con un “colega del curro” que sabe la ostia porqué lleva toda la vida yendo al gimnasio. Que se ha comprado una aplicación para el móvil que le dice las calorías que “quema” y que todo muy bien. (Ese colega del curro también sabe más sobre deporte que yo, que tú, querido entrenador, personal trainer o a lo que sea que te dediques en esto de la actividad física y el deporte).
Al mes te vuelve a llamar para saber qué hacer con sus rodillas que le duelen un cojón y con una fascitis plantar de huevos que tiene…no lo mandas a la mierda, solo porque no lo mandas a la mierda. (Ni soy médico, ni te hubieses roto si me hubieses hecho caso, así que ahora que te lo solucione tu colega el del curro…ese que sabe tanto sobre actividad física por que lleva un montón de tiempo “apuntao” al gimnasio, y que seguro que sabe la leche de medicina porque a veces va al médico).
Si trabajáis en el sector de deporte extra escolar, o competitivo en edades pre-puberales, puberales o en adolescentes, hay otra figura que sabe más que nosotros…se llama “el padre” si es un deporte de modalidad femenina puede llamarse “la madre” o incluso “el padre y la madre”.
Cualquier padre sabe más que tú sobre tu deporte aunque su trabajo no tenga nada que ver con ello…un padre puede ser director de una sucursal bancaria y mejor entrenador que tú, barrendero y mejor entrenador que tú, incluso un calzonazos en casa o un alcohólico, pero siempre mejor entrenador que tú.

Hay padres que saben de todo sobre tú trabajo…no, en serio, consúltales…porque son imparciales respecto a su hijo o hija y saben la leche!!! -Mi hijo tiene flojas las piernas, lo tienes que poner a correr. –Mi hijo es muy bueno en defensa, por qué no lo pones a él?? – Lo importante es que se diviertan, pero también está bien que tengan disciplina y ganen. – Ya se lo explico yo que sé como necesita que se lo expliquen. – Tú serás entrenador y habrás “estudiao”, pero eres muy joven. Son solo algunas de las perlas que he podido escuchar de bocas de padres.
Hay un padre “especialmente preparado” para este trabajo de entrenador, es el padre  o madre al que le hubiese gustado ser deportista de élite pero como no lo fue vuelca su frustración en su hijo o hija y hará todo lo que crea que sea necesario para que él o ella si lo consigan… (En realidad le importa muy poco si sus hijos quieren serlo o no, el quiere que lo sean y punto). Ese padre puede hacer cosas como, (vivido en mis carnes) cuando el deportista joven está lesionado y el médico le ha decretado reposo absoluto, obligarlo a ir a correr pautando él mismo la carga, el tiempo y la intensidad y sesiones porqué: -si no después te va a costar mucho recuperar la forma física. Pido públicamente cárcel por maltrato para estos individuos, porque cuando no maltratan físicamente como es el caso explicado, maltratan psicológicamente a sus hijos o hijas no dejándolos apartar su atención del deporte ni un momento. Ellos creen que son entrenadores, preparadores físicos, psicólogos deportivos, fisioterapeutas, médicos e incluso fisiólogos o biomecánicos si se tercia, y por supuesto…saben más que tú.

En deportes de  equipo eso llega a su “sumum” cuando los padres se atreven a dar indicaciones no solo desde la grada si no que en ocasiones bajan al césped a gritar a sus hijos o a todo el equipo como deben jugar. He visto a un padre (adjunto fotografía de lejos…con paraguas naranja) en un partido de niños que no pasarían de los 7 años, colocado delante del entrenador en el terreno de juego…vociferando y gesticulando como lo que es…un gilipollas.


Y es que el futbol es un caldo de cultivo especial para este tipo de energúmenos. Solo hay que pasar por delante de un bar mientras den un partido de primera división, la cantidad de idiotas con una cerveza en la mano por metro cuadrado que saben más futbol que Guardiola, Mourinho o “el Cholo” es de una densidad enorme. Los ves ahí, criticando, viendo todo desde la barra con su cerveza y opinando que si no están bien físicamente, que el cambio que ha decidido el entrenador está mal, y los ves ahí tan coloraditos, tan exaltados, tan llenos de razón que, seguro que si tuviesen el teléfono del entrenador de su equipo favorito lo llamarían para explicarle sus ideas. Por cierto, este tipo de especímenes también abundan en los sofás de las casas. En lugar de ver un partido con calma hasta el final y disfrutar del juego y el espectáculo, sin ser expertos,  desde el primer minuto se apresuran a juzgar el trabajo de auténticos profesionales a voz en grito, sin saber de la misa la mitad, sin entender ni distinguir que es la técnica, la táctica o la estrategia, de cómo se estructura una temporada a nivel físico o como coño se trabaja la velocidad o las capacidades cognitivas en deportes colectivos. Ellos entrenarían al equipo en cuestiones físicas mejor que el mismísimo Paco Seirulo, pero en su vida han cogido un libro sobre esas cuestiones, ni se han puesto un chándal a menos que se lo hayan puesto para ir a lavar el coche el domingo.
Después está el grupo de “famosetes” que van al gimnasio y se atreven a dar sus consejos por televisión. Estos son la leche en vinagre. Se atreven con todo, lo mismo con unos ejercicios mañaneros, que con estiramientos (sin tener por supuesto en cuenta la singularidad de cada individuo…vengaaaa…a la rica receta!!) e incluso con dietas, algo que solo debe ser prescrito por un médico o dictaminado por un nutricionista (dicho sea de paso, también conozco entrenadores y entrenadoras que sin ser nutricionistas se inmiscuyen en la profesionalidad de otros colectivos y se animan a recomendar dietas sin ser profesionales, y eso, señores y señoras, también es jugar con la salud de los demás) . Los oyes hablar y escuchas sus incongruencias y dices -…joder!! Yo no me atrevería a dar consejos sobre nutrición, es un campo delicado que afecta a la salud tanto física como psicológica, yo no soy especialista en eso aunque tenga cierta formación. La formación que acostumbran a tener este tipo de faranduleros impresentables es la de ser novia de un futbolista o salir en los debates amarillos en telebasura…y pim pam…lo sueltan y se quedan tan anchos.
Y por último, me queda el grupo…deportistas, donde incluyo deportistas y clientes de los personal trainers. En el fondo es lo mismo…un amigo me ha dicho, un “soy carne de gimnasio” me ha dicho, mi compañero de equipo piensa que…, he leído, he visto, he oído, mis sensaciones como deportista, mi experiencia…etc…y sí…en el caso de un deportista de élite probablemente sea en el caso en que si hay que tener en cuenta sus sensaciones o su estado, sus dudas o sus reflexiones, pero siempre sin dejar que se metan en el campo de las decisiones técnicas o de planificación, porque amigo…ese es tú trabajo, ahí tú eres el experto, tú y nadie más.
Antes todas esas figuras me molestaban, ahora las miro desde la distancia, y la templanza que me han dado los años y la experiencia, me permite no exaltarme con situaciones que de todas formas me siguen tocando los cojones. Con toda esa gente que su única relación con el deporte o la actividad física consiste en verlo por televisión y que, creen saber más que cualquier profesional de este campo, y para colmo lo demuestran con sus palabras.
Amigos entrenadores de cualquier deporte, titulados, licenciados, graduados,  sinceramente…no hagáis caso, en otros trabajos también pasa, pero en el nuestro es un tema superlativo. Dejad que la masa se aborregue frente al televisor, o flote en el caldo espeso de sus frustraciones y dé rienda suelta a su egolatría demostrando saber sobre algo sobre lo que en realidad no saben nada.
A menudo voy a ver exposiciones de pintura, no soy un entendido así que nunca digo este cuadro es bueno y este no…si no…este me gusta y este no. Lo mismo me pasa con los vinos…me gustan o no, pero no sé si son buenos porque no soy un experto. Puedo decir si me gusta o no, pero no dar un veredicto…insisto…porque no estoy formado en esa materia.
Esas mismas personas deberían hacer un ejercicio de introspección y contestarse a estas preguntas… Verdad que nunca le dirían a un cirujano como hacer su trabajo?? A un dentista?? A un mecánico?? A un bombero??...a un arquitecto?? Hagan ustedes sus trabajos lo mejor que puedan, y dejen que los profesionales del deporte hagamos el nuestro.